En Farmacia Martorell sabemos que al igual que sucede con los músculos, que si se ejercitan mejoran su forma y sus capacidades, la mente también necesita estímulos para ejercitarse y seguir siendo ágil o incluso mejorar, sobre todo cuando nos vamos haciendo mayores.
Por suerte, hay una infinidad de cosas que podemos hacer para ejercitarla, y tan sencillas que podemos adaptarlas a los hábitos cotidianos para que día a día y casi sin darnos cuenta estemos ejercitando nuestra mente y sea mucho más ágil y rápida.
- Por ejemplo, el hecho de hacer sólo una cosa a la vez es recomendable ya que está demostrado que el cerebro es incapaz de tomar dos decisiones al mismo tiempo. Por ello, si tratamos de hacer dos cosas a la vez el resultado final es un reparto de atención que hará que quizás completemos las dos tareas, pero nunca lo haríamos tan bien como lo haríamos de uno en uno. Hasta puede que tardemos más!! Actividades de ocio realizadas sin otra distracción como leer, cocinar o hacer manualidades mejoran considerablemente nuestra concentración aumentando nuestra capacidad sin problemas.
- Existe una práctica llamada neuróbic. Esto consiste básicamente en realizar tareas diarias de una manera ligeramente distinta, complicándolas. Por ejemplo cepillarte los dientes con la mano no dominante, ducharte con los ojos cerrados, o conducir con guantes. Con esas sencillas acciones y otras similares ejercitarás tu mente casi sin notarlo ni alterar tu rutina diaria.
- Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de no estar sin hacer nada. Esto quiere decir que aunque no lo parezca, nuestra mente se ejercita tan sólo con andar o hacer un poco de deporte físico. El problema es no hacer realmente nada, si esto sucede la mente en lugar de ejercitarse va perdiendo su capacidad lentamente.
- La alimentación también es muy importante para mantener en forma nuestra mente ya que alimentos como el aceite de oliva, las frutas, las verduras, las legumbres y el pescado nutren nuestro con elementos que previenen la demencia e incluso la frena. Un exceso de azúcar, al contrario, puede provocar daños en el hipocampo y acelerar su deterioro.
- Una buena distracción como aprender idiomas o música, además de los beneficios que reporta el hecho de aprender cosas nuevas, hace que ejercitemos la mente considerablemente y casi sin esfuerzo, lo que hace a su vez que se retrase la aparición del alzhéimer incluso en 5 años. Estos modos de estimulación mental son ideales para ejercitar nuestras neuronas.
