Ya sea por una lesión, una mala postura, un mal movimiento, una caída o tener la zona cargada, todos hemos sufrido alguna vez dolor de espalda.
Este dolor se concentra, con mayor frecuencia, en la parte superior de la espalda, en la zona comprendida entre la zona lumbar y la cervical y aparece cuando alguno de los ligamentos que están pegados a las vértebras de la columna vertebral se lesionan por cualquier motivo.
Esta zona tiende a acumular dolencias con más frecuencia ya sea por un estilo de vida sedentario o por todo lo contrario, por cargar frecuentemente con peso.
Una de las formas más frecuentes de sufrir dolor de espalda es debido a la escoliosis.
Se denomina escoliosis a la deformación de la columna vertebral durante el crecimiento, sobretodo en la adolescencia, el cual provoca un desequilibrio entre los músculos de ésta zona y generar un dolor de espalda frecuente.
Sus síntomas son muy similares en todas las personas que sufren dolor de espalda, normalmente se sufren molestias al respirar profundamente, espasmos musculares, dolores al movimiento o cuando alguien nos toca la zona o al mover el cuello y los hombros.
La mayoría de la gente que sufre dolor de espalda recurre a un fisioterapeuta, el cual puede aliviar este dolor mediante un masaje, y aunque no es una mala opción, si se tiene dolor durante mucho tiempo lo recomendable es recurrir al médico de cabecera, el cual valorará estos dolores y determinará si se deben realizar pruebas para saber si existen lesiones que puedan empeorar con el paso del tiempo.
Cuando el dolor se da en la zona dorsal, se habla de dorsalgia, y sus causas más comunes son hernias discales, infecciones (debido al virus del SIDA o la tuberculosis) o aplastamientos vertebrales.
Las hernias discales en la zona dorsal de la espalda son muy poco comunes, pero si aparece será necesario atajarla quirúrgicamente ya que puede causar dolores muy fuertes.
Factores como el alcoholismo, la osteoporosis o la diabetes pueden causar aplastamientos vertebrales.
